Sin Internet No Hay Paraíso







Nadie puede negar que ahora Internet sea algo masivo, algo que para muchas personas les vale incluso sus vidas.

Tal y como dice Discovery Channel (si, no me importan los estúpidos derechos de autor, y qué?) "Hace 15 años no la teníamos, hoy no podemos vivir sin ella"

Ahora, dime la verdad: Serías capaz de vivir un mes sin Internet sin llegar a desesperarte? No sé tú, pero yo prefiero tirarme por la ventana a soportar tal atrocidad. De forma que pueden ir imaginando lo vital que esto es para mí, y puedo afirmar que también lo es para muchos de los que están leyendo esto

Nunca vieron el episodio de South Park en donde se acaba el Internet? Yo por mi parte creo que fue realista. Seguramente no pasará nada y el Internet siempre será igual, pero es muy divertido pensar que pasaría en ese caso; Es como imaginar cómo sería una invasión zombie, o peor... UNA INVASIÓN ZOMBIE MIENTRAS NO HAY INTERNET!

Blackberrys, IPhones. Todo pareciera estar diseñado para que cada vez sea más fácil tener acceso a este mundo de posibilidades, haciendo que las personas se vuelvan cada vez más dependientes de el. ¿Que clase de idiota iría al banco si es posible hacerlo todo por Internet?, ¿Para qué ir a otro país a comprar algo necesario si puedes hacerlo por internet? Casos como estos demuestran lo desesperada que se volvería la gente si internet desapareciera.

Como verán a continuación y según mi experiencia: “Sin internet no hay paraíso”


Todo comenzó con una inocente salida al campo, No vayan a imaginar que fue algo parecido al programa "A Prueba De Todo" o algo así, es solo un terreno de mi tío lo suficientemente alejado de la civilización como para asemejarse a ello. Entusiasmado con la idea no imaginé las consecuencias del asunto hasta que fue demasiado tarde.

Los primeros días del pasado carnaval salimos al lugar, y preocupaciones era lo último que podía tener en ese momento. El carro arrancó inevitablemente conduciéndonos de manera irreversible a un lugar donde sabía que la pasaríamos muy bien, pero aún así sentía que algo me faltaba... Y no es hasta llegar a nuestro destino, que me doy cuenta del problema.

Día 1 "La Llegada": El ánimo bloqueaba toda intención que llegaba a mi mente diciéndome que algo saldría mal, de forma que pasamos el viaje en carro bastante bien. Al llegar era como lo recordaba, lindo, ambiental y créanme que nunca se me pasaría por la mente cualquier otra cosa que no fuera salir a andar en bicicleta por todo el lugar hasta que fuera de noche, y de hecho, así fue.

Noté desde el comienzo noté que el tiempo parecía pasar mucho más lento que en la ciudad, parecía que estuvieras 2 horas en bicicleta y solo pasaron 10 minutos. La noche llegó lentamente y a diferencia de el tiempo, el hambre si pasaba a velocidad normal. Después que comer como nunca me vino a la mente lo único que no me había dado cuenta en todo el día, que allí no podía usar la computadora, no había ninguna...

Agradeciendo mi previsión, saqué mi Ipod y me apresuré a buscar alguna red inalámbrica a la cual conectarme. PERO NO HABÍA NINGUNA! Al darme cuenta de la situación salí con la bicicleta en busca de algún idiota que tuviera su red sin clave, o incluso, alguien que simplemente tuviera internet inalámbrico.

Después de media hora de una búsqueda fallida regresé al terreno, Con la idea obsesiva de poder conectarme a la red de cualquier manera, al llegar traté de distraerme con cualquier cosa, y de hecho, lo logré por un momento pero cada vez que lo recordaba, mi desesperación aumentaba ( lol, me salió una rima :D )

Solo me quedó acostarme temprano pensando en quizás despertarme en medio de la noche a robarle el blackberry a alguien y en planes malévolos que nunca llevé a cabo pero que a fin de cuentas pudieron haber funcionado, me dormí sin más y dejándolo todo para mañana

Día 2 "Desesperación Creciente": El amanecer llegó y aún estando al tanto del problema todo continúa bastante bien durante el desayuno y las horas posteriores a este, bueno, si nos olvidamos de las alucinaciones constantes en las que mi Ipod tenía internet, todo iva bien.
La bicicleta en ese momento era mi Mesías, no solo la usaba porque sí, de verdad me gusta salir en bicicleta, pero cierta parte de mi me decía constantemente que era una excusa para escapar de la falta de internet.

A mediados de la tarde mientras solo estaba recostado en la hamaca descansando me decido a pedirle el blackberry a alguien, el problema es que no conozco bien los blackberrys y toda mi familia tenía instalado el ubersocial y no cada cuenta en separado, de forma que no podía cambiar toda la configuración solo por un capricho.

Otra oportunidad se iba, me quedaba sin ideas y cada vez se me hacía más evidente que de no usar el internet pronto, terminaría en algún manicomio irlandés.

Durante las siguientes horas fui a un lago cercano al lugar, siempre iba y lograba distraerme, sobretodo porque hay varias colinas en las que es muy divertido lanzarse en bicicleta...

Bueno, supongo que también es divertido porque existe el riesgo de caerse y romperse la cara para luego caer en el establo de las vacas... Pero en fin.

Tras volver y haber pensado en cómo manejar la situación me dedico a pedirle a alguien que revisara mi página por mí. Pero pasó lo único que podía anular toda esperanza de lograr mi objetivo: DESAPARECIÓ LA SEÑAL!

Les juro que quise golpear a alguien en ese momento, supe contenerme pero dentro de mí yacía el infierno.

Para este momento comenzaba de creer en que la CIA estaba al tanto de mi situación y que ellos eran culpables. La desesperación era algo que no podía ocultar, buscando en los blackberrys de todos los presentes una señal de milagro al ver la antenita con internet. No funcionó.

Esa noche dormí con un vacio muy grande, sabiendo que ya lo que podía hacer era acostumbrarme y esperar el santo momento en el cual pudiera ver una vez más muro de Facebook.

Día 3 "Psicosis Neurótica": con la crisis emocional que tenía en ese momento me fue casi imposible sacarle provecho a la situación, si, me había divertido mucho, pero ya a estas alturas no podía ni sentarme en la bicicleta, me dolía sentarme en la bicicleta, es más, Quería tirar la bicicleta al lago mis ideas de cómo arreglar la situación se habían acabado por completo, y sentía como si la vida se me fuera; dentro de mi mente había un conflicto entre ideas de teorías conspirativas, pedazos de los videos de Huevo Cartoon y un cubo rubik desarmado. Todo mientras yacía en la cama mirando como mi antenita de señal no tenía nada.

Llegados a este punto me sorprende que no haya llegado a convulsionar, quizá me salió espuma por la boca, total, ni siquiera era capaz de mover mis ojos en ese momento.

Ansiaba ver notificaciones de Facebook, ver un capítulo de Death Note, twittear algo de lo que sentía. Pero todo era en vano, sabía que no podía arreglarlo.

Almorcé a las patadas apenas pudiendo saborear la comida, a veces cuando volteaba a ver el plato lo veía pixeleado, y luego veía que una tortuga de Mario Bros vestida con un traje de agentes de negro que se robaba mi comida en medio de explosiones parecidas a la de la estrella de la muerte en A New Hope, pensándolo bien... No recuerdo que fue del resto del almuerzo.

Lo último que recuerdo fue que me despertaron en el carro diciéndome que habíamos llegado a casa. A partir de ese momento he sido (y estoy orgulloso de ser) Sr. Sergio de Computadora Dual Core. Y he aquí yo. Desde mi luna de miel en mi cuarto sin soltar la computadora.