ESTRENOS, PUTAS Y OTRAS MARIQUERAS… [EPISODIO II]






… Prefiero mil veces que me pidas real todos los días para ir al burdel, a que te vayas a casa de esas ‘perritas’ que estudian contigo, güevón…


Le decía el papá a un pana… porque no quería que fuese contagiado con Candida o gonorrea (muy común en esos días) y porque sabía que todos los coños que estudiaban con él (el hijo) no eran muy pro-condón que digamos (casi todos aprendieron por las malas a usarlo)


Y así cómo ese señor, hubo otros que velaban por la salud sexual de sus herederos…


Como a otro pana que su padre (y su madre) le trajeron una prostituta a la casa (sí, tal cual American Pie) para que le diera su buena redoblona… Supongo que las dos hermanas habrán reclamado ese “doble estándar” luego…


Aunque lo tradicional era llevarlos al burdel y que el muchacho elija su primera mujer… Cosa que pasó y que el muchacho no contó pero que su papá sí…


… Este cabeza ‘e güevo, parece marico… lo llevo pa’ que se tire una puta que está bien buena (la chaca-chaca) y no se le para, eh? Sale la caraja a decirme que no puede pararle el güevo… no joda, yo no voy a perder mis reales y me la cojí yo.


Rayado pa’ siempre por su propio padre…


Otro padre contrataba a las cachifas chicas de servicio sólo para “ese servicio”… las coñas esas medio barrían y el resto del día (hasta la hora de irse) era ver las telenovelas de Venevisión.



Nuestro afortunado amigo, siempre llegaba temprano a su casa los días que la chica de servicio iba.


Claro, con una trigueña tetona con culito redondito… quién no va a llegar temprano para entrar “por error” al cuarto donde se está vistiendo (la niña) y dejarse llevar por el queso…


Algunos aprovechaban la visita de una prima. Esa, con la que siempre se bañaron desnudos (hasta que un día se les paró al verla) y a ella, al parecer, le gustó lo que vio…


Hubo una chama que de niña entró al cuarto de sus padres y encontró a su papá haciéndole un cunnilingus a su mamá… y unos años después, hizo que su primo le hiciera lo mismo que le hacían a su mamá… (qué bonito es jugar a papá y mamá)


Volviendo al tema de las prostitutas… En una ocasión en la calle se oye una mujer maldiciendo a viva voz… mentando madres… todo un escándalo en la cuadra…


Sale a su paso un vecino de la cuadra a preguntar qué le pasaba…


Me estoy cojiendo a tu sobrino [15 años] y de repente siento que escurre algo… Y era que el muy hijo de su puta madre me estaba meando dentro de la cuchara… 


Nunca me expliqué esa situación, ¿cómo coño pasa eso?… caso único y patético… el chaleco duró 2 años…


Otro que se ganó un chaleco inmortal, fue el tercio que mientras la prostituta le revisaba la salchicha (para ver que estuviese sano) le acabó en la cara (American Pie repite) y el negocio era por polvo… perdió bien… Porque en su arrechera se lo contó a un “amigo”… el resto está escrito ya.


Pero no siempre había mala suerte en estos casos… 


Habían los “lechuos” que le daban 2 polvos por el precio de uno… o del otro tipo de dos por uno… dos tías por la tarifa de una… Lo malo era que creían que iba a ser así todo el tiempo y no pues… 


Dentro del burdel se pueden cometer barbarismos… cosas que jamás deberían ser mencionadas…


Va el grupo al burdel… están los que van a tirar y los que montarán “guardia” mientras se caen a palos… No hubiese pasado nada de igual manera… era un matadero para policías, bomberos y otros cuerpos de seguridad pública.


Al llegar empiezan a ver rápidamente el lugar para buscar la mujer que les matará el queso… Era un poco tarde ya estaban por cerrar el local, así que había que agarrar lo que hubiese o venir otro día.


Entran los que van a “matar” y queda uno que no ve nada que le guste… hasta que por las escaleras baja una puta que en la cara se le veía que el día fue de mucho movimiento [tenía un pegoste de semen en un brazo]


- Marico, voy a plomearme a esa…


Se le acercó a la tipa (Cosa poco común, porque son ellas las que se acercaban cuando uno las veía mucho) y subió con ella…


Luego de varios minutos comienzan a bajar los que habían subido primero… y toca esperar por quien subió de último. El tiempo pasa, ya casi no quedaba gente en el “bar”… aparece el tercio con una sonrisa de oreja a oreja…


- Vámonos 


- ¡na’ güevoná, marico!… ¿qué pasó?


- me regaló otro polvo…


- ¡no joda! y ¿por qué?


- no me aguanté y le eché una mamada de cuca que la hice acabar…


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